domingo, 5 de mayo de 2013

En el Tintero

El día después de la comunión de mi prima Natalia, mis padres, el abuelo Miguel, mi hermano y yo fuimos a almorzar a la calle. Mi padre decía que le apetecía tomarse una paella, pero Miguel y yo queríamos comer pescadito frito y no sé muy bien el porqué pero fuimos a un sitio que está en Málaga, un sitio al que hacía muchísimo tiempo al que mis padres no iban, El Tintero. Mi padre dice que la última vez que fue al Tintero, lo hizo con su abuelo Antonio y su abuela Anita, que les invitaron.

A mi hermano y a mí nos gustó mucho El Tintero, pues nada más sentarnos te traen la bebida, y justo en ese momento puede estar pasando uno de los camareros con un plato de calamares fritos por el lado y si levantas la mano y le dices que lo deje en la mesa, pues lo deja. Así de fácil. Es un restaurante donde la comida te la enseñan y te la pasan por delante, si quieres pedirte el plato, lo dices y ya está. Simple.

Pedimos sardinas, boquerones, adobo, calamares, mejillones y también paella, con lo que así todos estuvimos contentos. De postre, como hacía un día muy soleado, tomamos helado. ¡Riquísimo! Después, mi hermano Miguel y yo, fuimos a un parque que hay junto al paseo marítimo, cerca del restaurante, donde hicimos un poco de ejercicio para bajar la comida. Y a la vuelta de camino a casa, en el coche, echamos una siestecita perfecta.

En la foto podéis ver que mi hermano Miguel no perdía el tiempo ni  cuando se hacía una foto. ¡Qué listillo es el tío!

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