jueves, 30 de agosto de 2012

Medusas

En uno de los tres días que estuvo Nacho con nosotros, hicimos muchas cosas, como ya he escrito, y una de ellas, como también he escrito, fue ir a la playa. Fuimos los cinco -mamá, papá, Miguel, Nacho y yo- y todo parecía estupendo. Encontramos un buen hueco en primera línea de playa. Llevamos todas los cacharros que tenemos para poder jugar con la arena. El mar estaba como un plato de sopa de calabacín, liso, liso. No había ni media ola.

Me acerqué a probar la temperatura del agua y como viene siendo habitual últimamente estaba estupenda. Una temperatura muy agradable. Mi padre estaba entonces profundizando con el palo de la sombrilla en la arena para clavarlo, pues mi padre dice que para ir a la playa él sólo necesita sombra. Mi madre dijo que no nos metiéramos en el agua hasta que nos hubiese untado la crema de protección solar y le hubiese colocado los manguitos a mi hermano.

Así que, una vez resuelto todo lo anterior, fuimos hacia la orilla, con la intención de refrescarnos, pero no hice nada más que acercarme y pude ver una medusa. Corriendo se lo dije a mi padre. Agarró un cubo que siempre llevamos a la playa para hacer castillos y la sacó del agua. Luego, entre Nacho, Miguel y yo, hicimos un hoyo pequeño donde meterla para que allí muriera.

Mientras estábamos enterrando a la medusa Miguel nos puso en alerta de que había visto otra medusa. ¡Otra más! Papá fue a por ella y nos dijo que hiciésemos un hoyo mucho más grande, que íbamos a meter unas cuantas. ¿Sabéis cuántas metimos? ¡Sesenta medusas! En serio. Nos pasamos casi todo el rato que estuvimos en la playa cazando medusas. ¡Qué bueno es papá cazando medusas! Cogió sesenta. ¿Os lo podéis imaginar?

Nacho le tenía un miedo terrible a las medusas y creo que no se mojó ni el tobillo, a pesar de que mi padre le decía que ya había quitado casi todas las que había. Yo me metí con algo de miedo y Miguel, por inconsciente, se metió hasta el cuello.

No nos quedamos mucho y nos fuimos a comer al Tomaquet-Myramar donde sirven las mejores hamburguesitas con queso que yo nunca haya probado.

Lo pasamos genial. Nos reímos mucho cuando Miguel quiere decir medusas y sólo le sale melusas. ¡Es tan divertido!

En las fotos podéis ver nuestro cubo con unas cuantas medusas, y también a nosotros mientras esperábamos que llegara la comida. ¡Qué hambre!

martes, 28 de agosto de 2012

El puzle de 125 piezas

Vino Nacho a dormir a nuestra casa, e hicimos juntos muchísimas cosas. Una vez fuimos al Zoo, otra al cine, y también a comer al Burger King, y a una pizzería, y a un restaurante, y a la playa, y a la piscina, ¡vaya!, qué buen montón de cosas hicimos. Pero también hicimos cosas en casa. Cosas distintas, pues aunque nosotros tenemos muchos juguetes, muchísimos diría yo, los tenemos muy vistos, pero Nacho no los tiene tan vistos y hace que nosotros veamos maneras diferentes de jugar con las mismas cosas. Es una de las cosas más divertidas de los juguetes, que cuando juega Miguel suele hacerlo a su manera bruta y cuando lo hago yo, aunque sea con los mismos juguetes, suelo jugar de mi manera dulce y delicada.

Una mañana que nos quedamos en casa hicimos un puzle. Miguel estaba entretenido viendo la tele, tirado en el sofá, y Nacho y yo decidimos hacer un puzle que yo tenía en mi estantería y de tanto verlo no le hacía el más mínimo caso. Cuando Nacho y yo hicimos el puzle los dos solos, sin la ayuda de nadie, me puse muy contenta. Aun cuando Nacho ya se había ido, todavía lo hice yo sola una vez más.

domingo, 26 de agosto de 2012

Tres en la habitación

Mis padres volvieron de Madrid y nos trajeron algunos regalos: una camiseta para mi hermano en la que sale un "torito guapo" y un vestidito para mí, muy bonito y muy fresquito. También nos trajeron algunas chocolatinas, de esas que tanto nos gustan. Bueno, a lo que iba, que llegaron mis padres y se fueron los padres de Nacho, ¿y dónde se quedó Nacho mientras su padres estaban fuera? ¡Pues en nuestra casa!

¡Jo, qué bien lo pasamos con Nacho en casa! Nos gusta que esté Nacho en casa por muchas cosas, pero sobretodo porque juega con los dos. A veces juega con Miguel y a veces juega conmigo, además cuando Nacho ha estado en casa hemos hecho un montón de actividades. Hemos ido a la playa, a la piscina, a una pizzería, al Burger King, al cine, al Zoo de Fuengirola y muchas cosas más que os iré contando poco a poco.

Nacho se quedó a dormir en la cama de Miguel y Miguel durmió en la cuna parque de viaje que tenemos, la montamos justo al lado de la cama de Miguel, que ahora era de Nacho y así dormimos los tres en la misma habitación. ¡Qué bien lo pasamos por las noches! Os pongo una foto que mi padre nos hizo cuando los tres ya estábamos dormidos y probablemente soñando con los angelitos. Se puede ver que a mí me gusta dormir tapada. Sudando, pero tapada.

jueves, 23 de agosto de 2012

Tres días

La semana pasada mis padres se escaparon -según sus palabras- a Madrid durante tres días y tres noches. Así que mi hermano y yo nos quedamos en casa de la abuela Pepa y el abuelo Felipe. ¡Qué de cosas hicimos! Un día fuimos a la playa, otro vino con nosotros tita Rosi y nuestro primo Daniel, que junto con Miguel es como si sumaran catorce y fuimos todos al Zoológico. Menos mal que tanto mi hermano como yo tenemos un carnet para todo el año y no tuvimos que pagar entrada. Nos lo pasamos muy bien, aunque los abuelos lo pasaron genial porque además era la primera vez que visitaron el Zoo.

En casa de los abuelos lo hemos pasado superbien porque aparte de que nos dejan ir a la cama más tarde, y de que podemos ver los dibujos todo lo que queramos, nos cuidan como si fuésemos reyes. Nos hacen las comidas que más nos gustan y nos dejan estar todo el rato tirados en el sofá sin hacer nada, aunque mis padres ya nos habían leído la cartilla ante de "escaparse", y cada día, cuando llamaban, nos la recordaban una y otra vez, especialmente a Miguelito, que le han dicho mil y una veces que no tenga la mano tan larga, porque cuando menos te lo esperas te suelta una buena torta. Y mi padre dice que no lo hace sin querer, porque bien que a mis padres no les pega. Papá dice que sabe muy bien lo que se hace. Pero bueno, al final, se portó bastante bien.

domingo, 19 de agosto de 2012

Brave

Parecía que iba a ser un día cualquiera pero mi madrina Mari Carmen y mi padrino José Miguel nos llevaron a mí y a mi prima Natalia a pasar un día sensacional con ellos. Ya el día antes lo sabía yo, y ya andaba nerviosa, pero no decía mucho porque no quería que mi hermano se pusiese celoso. Hicimos tantas cosas que no sé si voy a ser capaz de contar todo lo que hicimos, pero al menos lo intentaré.

Primero vinieron a recogernos a casa, y con ellos vino Natalia, a la que ya habían recogido. Para que Miguel no se quedara triste, mis padrinos le trajeron un puzle de 50 piezas, que me parece a mí que Miguel no va saber hacer solo, pero puede estar tranquilo porque yo le voy a ayudar. Además para que Miguel no se quedara triste, mis padres, también lo llevaron al Burger King. En realidad estaba hasta contento de quedarse con mis padres.

Miguel fue a la playa con mis padres, y eso de sentirse protagonista le gustaba, porque es algo que no le ocurre muy a menudo y después fue al Burger King y desde allí vino a encontrarse en la piscina de la casa de mis padrinos. Eso no me hizo mucha gracia porque nosotras dos, Natalia y yo, estábamos muy contentas y tranquilas sin Miguel y cuando vino era un poco fastidioso.

Nosotras también fuimos al Burger King, pero además también fuimos al cine, y vimos la película Brave y además lo hicimos en 3D. ¡Jo, qué bien lo pasamos! En el cine nos comimos un combo de bebidas y palomitas. ¡Jo, qué buenas que están! Luego en la piscina, aunque me cueste admitirlo, Miguel no nos molestó, como yo suponía.

viernes, 17 de agosto de 2012

En el cumpleaños del abuelo Felipe

Cada año, el doce de agosto, mi abuelo Felipe cumple años y cada año invita a toda su familia a cenar en un restaurante. Este año, al final, por una cosa o por otra lo celebró el día antes y nos llevó a un sitio nuevo para casi todos menos para mi mamá y para mí. Mamá y yo habíamos estado en Restaurante El Rancho antes, en una reunión que hicimos allí unas amigas de mi clase junto a las madres. Es un sitio muy especial pues tiene un parque dentro del mismo recito, y además dos castillos hinchables, uno para los más pequeños y otro para los más grandes.

El restaurante además tiene una terraza muy grande sobre un césped, y por las noches es un sitio perfecto para estar mirando las estrellas. La comida, según dicen mis padres, no es ninguna maravilla pero está bien. Para mí, mientras haya helados, casi que todo lo demás me da igual.

Miguel y Daniel se lo pasan bomba juntos pero más de una vez vuelve Daniel diciendo que Miguel le ha pegado, y yo le creo, porque ya conozco bien a Miguel y sé perfectamente lo largas que tiene las manos y me parece a mí que Daniel va a darse cuenta pronto.

Yo me lo pasé muy bien jugando con tito David y con la bolsa de caramelos que trajo la hermana de David, Laura, y su marido, César, que estaban de paso por aquí y se unieron a la fiesta.

Celia estaba guapísima, como siempre, y tanto papá como mamá jugaron mucho con ella, especialmente papá. ¡Está tan graciosa!

sábado, 11 de agosto de 2012

Senda y yo

En Torrox hice muchas cosas, y un buen número de ellas eran divertidas, pero una de las cosas que hice y que me quedé más contenta de hacer fue pasar un tiempo acariciando a Senda.

Senda es una perra negra que llevó Emilio, un primo de mi padre. Era muy grande y a primera vista no entraban ganas de acercarse a ella, sin embargo, cuando te hacías amiga de ella, era tu mejor guardiana. ¡Qué le gustaba que yo le acariciara! Se quedaba quietecita, con la cabeza apoyada en el suelo disfrutando de las caricias. A mí también me hizo mucha ilusión porque suelen darme bastante miedo los animales en general, pero con Senda todo fue como la seda.

Aquí os dejo una foto de la mejor perra de la tierra, Senda, con su negro y suave pelo.

En Torrox

El fin de semana pasado fuimos a Torrox, que es el pueblo de Málaga donde la tía de mi padre, la tita Ani, tiene una casa-campo con piscina. Yo ya había estado antes, aunque no lo recordaba en absoluto, pero mi hermano nunca, jamás, en su corta vida había estado allí.

En el campo en Torrox nos encontramos con algún primo de mi padre. ¡Qué contento estaba mi padre! También vinieron con nosotros sus padres, que son mis abuelos: los abuelos Pepi y Miguel. Con ellos vino mi prima Natalia. ¡Qué alegría me llevé!

Allí en la casa-campo había una piscina y mi hermano y yo, como también mi prima y algunos hijos de los primos de mi padre lo pasamos todo el rato dentro del agua. ¡Qué divertido es jugar en la piscina! ¡Y qué fresquito!

Emilio, que es un primo de mi padre, estuvo pasando el día con nosotros y con su familia al completo: su mujer -Cristina- y sus dos hijos -Paula y Emilio-, también vinieron con su perro, Senda, una perra negra preciosa. Además estaban con nosotros los tíos de mis padre Antonio y Vicky que vinieron con su nieto Antoñito, y después llegó Carolina con el hermanito pequeño de Antoñito, Salvador, que estaba precioso. Con ellos también vinieron los abuelos de Antoñito. Y claro en la casa también estaba la tita Ani y su marido, el tito de mi padre, Jose Luis.

Otra de las cosas que hicimos en Torrox fue hincharnos a comer, como casi siempre mi padre fue el campeón, aunque Miguelito no os creáis que se queda lejos. ¡Cómo come mi hermano!

En la foto, por orden de izquierda a derecha: Natalia, Sofía, Salvador, Paula, Emilio, Antonio y Miguel.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Peligro en la playa

Estamos en agosto, el mes que sin duda más nos gusta del año, porque es el mes en el que normalmente estamos los cuatro de casa en vacaciones, de manera que es un mes en el que proyectamos un montón de actividades, más incluso que en julio, y eso que este mes de julio hemos hecho un buen montón de cosas.

El jueves, por ejemplo, fuimos los cuatro a la playa. Buscamos un aparcamiento y en el primer lugar que encontramos, esa fue nuestra playa. Miramos la bandera que había en la playa y era roja, pero sin embargo al mirar hacia el mar, parecía estar plano y sin apenas olas, y las que había además eran muy pequeñas. ¿Qué es lo que pasaba entonces?

Lo que pasaba es que estaba llena de medusas, a las que mi hermano, que le cuesta pronunciarlas, las llama "melusas". Bueno pues estuvimos en esa playa que estaba abarrotada de medusas. Solamente mi padre en un momento que se puso sacó catorce medusas y mamá después una más. Las cogía con un cubo y luego nos las enseñaba para seguidamente matarlas enterrándolas.

No es que nos guste que haya medusas pero mi hermano y yo pasamos un buen rato, desde la orilla, buscando medusas para que mi padre viniera a cazarlas. Fue bastante entretenido... y peligroso.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Un lavado de cara

Como estamos en verano y mi papá tiene algo más de tiempo y además le gusta toquetear esto del blog y las cosas del ordenador en general hemos decidido, o más bien, él ha decido darle un cambio de imagen a nuestro blog. No sé si os gustará.

Dice que ahora es más celestito y algo más alegre y como estamos en verano y hay muchas más cosas que contar y todas alegres y divertidas pues ha hecho este cambio.

Más o menos todo sigue de la misma manera, sólo es un lavado de imagen y de fondo. Luego, conforme vayamos andado con él veremos si es mejor o no así.

Espero que os guste.