martes, 14 de mayo de 2013

Disfrutando del día libre

El jueves de la semana pasada no tuvimos colegio, por los  visto había algo así como una huelga de alumnos, y nos que somos alumnos, pues nos quedamos en casa. Bueno, en realidad en casa estuvimos poco tiempo. Por la mañana fuimos al parque que está más cerca de nuestra casa a pasar el rato con nuestras bicicletas, para hacer así algo de deporte. Fuimos con papá que ese día estaba más libre y cuidó de nosotros toda la mañana. Miguel y yo teníamos el parque casi que para nosotros solos, al principio estábamos solos pero luego, casi al final, llegaron un par de niños. Lo pasamos todo el rato con carreras para un lado, carreras para el otro, a veces en bici, a veces a pie. También nos columpiamos y nos tiramos por los toboganes. El parque entero para nosotros. Todo fue muy divertido hasta que ya nos cansamos y nos entró ganas de volver a casa, y eso que papá nos dijo que cuando volviéramos del parque íbamos a hacer deberes que nos iba a poner él. Aun así queríamos volver ya a casa.

Volvimos e hicimos los ejercicios que papá nos preparó. Los hicimos corriendo y bien, y seguidamente vimos un poco la tele hasta la hora del almuerzo, para darnos un buen baño y dirigirnos bien limpitos a Torremolinos donde Miguel tenía visita con el médico. Allí estuvimos más de la cuenta porque el médico llevaba retraso y se acercó la hora de la merienda y nosotros no habíamos merendado y traíamos bastante hambre. Mi padre nos dijo que si nos portábamos bien, al terminar, iríamos a Tita Fina y nos tomaríamos los primeros helados de la temporada. ¡Qué ricos que estaban!

domingo, 12 de mayo de 2013

Los Croods y nosotros

Mi hermano Miguel llevaba varios días diciendo que quería ir al cine para ver Los Croods, que había visto el anuncio publicitario en la tele y que le había gustado mucho y que quería ir. Mis padres al ver que Miguel insistía tanto y que, en realidad, era la primera película que él pedía ver, decidieron que iríamos al cine. De manera que el domingo por la mañana nos arreglamos y  fuimos para el cine.

La película está muy pero que muy chula. A mis padres le gustó bastante y a mí me gustó también mucho, pero a mi hermano le encantó, no paró de reírse, desde que salimosno hace otra cosas que decir que vayamos otra vez al cine, pero mis padres dicen que ya la ha visto en el cine una vez y que la próxima vez tendrá que ser en la casa, cuando la saquen en vídeo de alquiler. Se lo pasó tan bien en el cine viendo Los Croods que salimos de la sala y se creía que él era uno de Los Croods y que era tan fuerte como ellos. ¡Vaya con el pequeñajo!

Al salir había unos carteles publicitarios de otra película que está por llegar y nos hicimos una foto con ellos. ¿A que son divertidos? Ya estamos deseando que salga la nueva película para venir al cine a verla.

Últimamente estamos viendo más cine que nunca. Desde que tenemos una televisión con 3D, que es 3 dimensiones, con la que, al colocarte las gafas, parece que las cosas salen de la tele. Desde entonces, digo, nos estamos hinchando a ver películas. Ayer, por ejemplo, vimos Rompe Ralph en 3D, una película que también habíamos visto en el cine, pero el día antes vimos Las aventuras de Tadeo Jones, también en 3D. Otra peli que también habíamos visto en cine antes.

¡Nos encanta el cine!


sábado, 11 de mayo de 2013

El Príncipe y la premiada

La última semana de abril, en nuestro colegio, se realizó la semana de la cultura. En ella, durante toda la semana, se llevaron a cabo un montón de actividades relacionadas con la cultura. Una semana superchula, vamos. Mi hermano Miguel junto con los demás niños de las clases de su edad hicieron una presentación alrededor del cuento de El Principito, por lo que tenían que ir todos los niños vestidos de príncipes y todas las niñas de rosa. Mis padres pudieron venir a verle actuar y yo también. Fue muy divertido y todos lo pasamos muy bien, pero sin duda el que lo pasaba mejor de todos era Miguel, que estaba todo el rato riéndose a lo grande.

Cuando bailaba se reía, cuando paseaba se reía, cuando cantaba se reía, cuando tocaba saltar se reía saltando, también. Parece el niño más feliz del mundo. Mi madre dice que era El Principito más guapo de todo el colegio y papá dice que eso depende de quien lo mire, porque lo que es guapo para uno no es lo mismo que para otro. Lo que no cabía duda, según mi padre, es que era el que más se movía de todos.

Después de la actuación de los pequeños se repartieron los premios a los trabajos hechos para la semana de la cultura. ¿Y sabéis qué? Yo me llevé un diploma a finalista. ¡Qué alegría me llevé! Yo no tenía ni idea, ni mis padres ni nadie, y fue superemocionante. De entre todos los niños que hay entre mi clase y la de al lado, yo recibí el diploma. ¡No me lo podía creer! El cuento lo presentamos de forma anónima, iba sin firmar y no nos podían ayudar los padres. ¡Mis padres ni siquiera sabían el título de cuento! Yo lo titulé "La princesa Silvia!, y me hizo muchísima ilusión quedar finalista. Aquí os pongo una foto de cuando recibí el diploma.

viernes, 10 de mayo de 2013

Siete años y dos días

Dos días después de mi cumpleaños mis padres me hicieron una fiesta en un parque de bolas. ¡Qué me gustan los parques de bolas! En la fiesta estuvieron muchísimos amigos míos, compañeros del cole o no, además de mis primos y primas. Un montón de gente con ganas de pasarlo bien. ¡Qué ganas tenía de que llegara el día! ¡Y llegó!

No recuerdo ahora cuánta gente vino a mi cumple, pero niños sé que muchos, muchísimos.

En el parque de bolas además de la tarta, de muchísimas bebidas, patatas fritas, sandwiches de nocilla, queso, paté, salchichón, chorizo, jamón de york y todo eso, además, también había una piñata. ¡Jo, cuántas cosas, y qué divertido!

En el parque había también una habitación aparte donde mis amigas y yo nos metimos como encerradas en una casa. Y allí dentro hacíamos lo que nos daba la gana, incluso apagábamos la luz y le dábamos susto a los pequeños. ¡Qué divertido! También había un futbolín, donde estuvieron jugando muchos de mis amigos primero y yo al final. Miguel y yo nos quedamos para los últimos y fuimos los últimos en tirarnos por el tobogán y nos lo pasamos muy bien, que según mis padres, eso es lo más importante. Ya estoy deseando que llegue mi próximo cumpleaños.

En la foto mi hermano Miguel sale mirando para otro sitio, pero es que Miguel parece imposible que mire a una cámara de fotos a la vez que yo.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Siete años

Llegó mi cumpleaños y llegó el momento de las celebraciones. La primera era el día de mi cumple, el 23 de abril, el día del libro, en el cole. Llevé una pequeña tarta para compartir con mis compañeros de clase. Siempre viene bien tomar tarta en tu cumpleaños. La tarta tenía dibujada una imagen de una Monster High y justo en el medio una vela con el número 7. ¡Cómo pasa el tiempo! Como era un día especial mi madre me dejó el pelo suelto para ese día y también me puso una ropa que me gusta mucho, para que estuviera más guapa, porque siete años no se cumplen todos los años.

Al llegar a casa mi padres me regalaron un libro, como todos los años, pues para eso cumplo el día del libro y también una muñeca de Monster High. ¡Lo que yo quería! Vaya sorpresa que me dieron mis padres. Primero me entregaron el libro y luego nada más. Eso era todo me dijeron, y cuando yo ya me había hecho la idea de que no recibiría nada más, entonces, desde detrás de mi padre, escondido a su espalda sacaron la Monster High. ¡Qué alegría!

Por la noche fuimos los cuatro junto con el abuelo Miguel a cenar al Burger King, que es uno de mis sitios preferidos. y también el de Miguel. Así que celebré mi cumpleaños a lo grande. Dos veces el mismo día y aún quedaba lo mejor, ¡la fiesta en un parque de bolas!

martes, 7 de mayo de 2013

El recuento completo

Mi hermano y yo de vez en cuanto hacemos recuento completo de juguetes. Cada vez que sacamos todos los juguetes de las cajas que tenemos en casa para hacer los recuentos, al mismo tiempo vamos ordenándolos. La última vez se nos ocurrió situar todos los vehículos juntos, haciendo un círculo. Sin darnos cuenta tuvimos que ir haciendo una segunda fila, y eso que dejamos los coches muy grandes apartados. No sabemos realmente todos los juguetes que tenemos hasta que vamos sacándolos y colocándolos uno al lado del otro. ¡Cuántos coches tiene Miguelito!

A veces pienso que mi hermano disfruta más contando y contemplando sus juguetes que jugando con ellos, pero cuando me fijo y lo veo haciendo carreras por toda la casa con sus coches, en seguida cambio de opinión. Valiente elemento que está hecho.


lunes, 6 de mayo de 2013

La camiseta de Champions

Mi padre escuchó que había una oferta de camisetas de Champions del Málaga y cogió el coche y tiró para Málaga, para la tienda oficial. El abuelo que había desayunado junto a él, decidió que lo acompañaría y cuando estuvo en la tienda y vio las camisetas de Champions que había allí para niños decidió que le compraría una a su nieto Miguel. ¡Una camiseta de Champions para Miguel! ¡Una igual que la de papá! Jo, qué contento se puso Miguel. Está deseando ir a un partido de fútbol para ponerse la camiseta. 

Mi padre dice que la próxima vez que vaya a un partido a buena hora y que además haya una buena temperatura, entonces,  se llevará a Miguel, y si hay sitio de sobra, también a mí, y que me pondré la camiseta que me regalaron mis padrinos. Mi hermano tiene preferencia porque yo ya he ido a un partido y él no.

Aquí os pongo una foto en la que se ve a Miguel con su camiseta de Champions y con el coche que también le trajo el abuelo un día que vino a casa.

domingo, 5 de mayo de 2013

En el Tintero

El día después de la comunión de mi prima Natalia, mis padres, el abuelo Miguel, mi hermano y yo fuimos a almorzar a la calle. Mi padre decía que le apetecía tomarse una paella, pero Miguel y yo queríamos comer pescadito frito y no sé muy bien el porqué pero fuimos a un sitio que está en Málaga, un sitio al que hacía muchísimo tiempo al que mis padres no iban, El Tintero. Mi padre dice que la última vez que fue al Tintero, lo hizo con su abuelo Antonio y su abuela Anita, que les invitaron.

A mi hermano y a mí nos gustó mucho El Tintero, pues nada más sentarnos te traen la bebida, y justo en ese momento puede estar pasando uno de los camareros con un plato de calamares fritos por el lado y si levantas la mano y le dices que lo deje en la mesa, pues lo deja. Así de fácil. Es un restaurante donde la comida te la enseñan y te la pasan por delante, si quieres pedirte el plato, lo dices y ya está. Simple.

Pedimos sardinas, boquerones, adobo, calamares, mejillones y también paella, con lo que así todos estuvimos contentos. De postre, como hacía un día muy soleado, tomamos helado. ¡Riquísimo! Después, mi hermano Miguel y yo, fuimos a un parque que hay junto al paseo marítimo, cerca del restaurante, donde hicimos un poco de ejercicio para bajar la comida. Y a la vuelta de camino a casa, en el coche, echamos una siestecita perfecta.

En la foto podéis ver que mi hermano Miguel no perdía el tiempo ni  cuando se hacía una foto. ¡Qué listillo es el tío!