martes, 8 de enero de 2013

Los Reyes Magos

Pasaron los Reyes Magos por casa, pasaron y se bebieron un par de vasos de agua que les habíamos dejado preparados y también se tomaron un par de bombones de chocolate y algún que otro mazapán. Llegaron y pasaron de noche, muy de noche, porque ni mis padres ni mi hermano ni yo nos enteramos. No escuchamos ni un suspiro, pero es lógico porque todos estábamos completamente dormidos.

Pasaron los Reyes Magos por casa y se tomaron algunos alimentos navideños pero lo más importante fue las cosas que se dejaron en casa, y no fueron olvidadas, ni mucho menos, sino que las dejaron para nosotros. Mis padres tuvieron la buena idea de dejar las notas del cole de mi hermano y mías junto a los vasos y los pasteles navideños. Se ve que los Reyes Magos las vieron y se debieron de poner muy contentos y por eso seguro que decidieron dejar caer algún regalo más que otro, como premio.

Luego, a media mañana, fuimos a repartir y recibir regalos a casa de los abuelos Felipe y Pepa y allí nos juntamos todos y todos recogimos regalos. ¡Qué suerte tuvimos! Después todavía fuimos a casa del abuelo Miguel y allí nos juntamos el resto y al tras almorzar también recibimos regalos. ¡Cuántos regalos!

Después de hincharnos de comer y de tomar postres y rosco y un montón de cosas más volvimos a casa, donde no estuvimos mucho tiempo pues fuimos a llevarles un regalo a Nacho y otro a Blanca que habían dejado los Reyes Magos en nuestra casa. ¡Qué bien lo pasamos allí también!

Volvimos a casa y no nos dio tiempo más que a dejar los regalos por medio del salón y después irnos a la cama. El día siguiente íbamos a tener un día completo para jugar, pero ahora estábamos rendidos.

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