martes, 26 de octubre de 2010

Campanilla y el Gran Rescate

El domingo por la mañana Miguelito se despertó el primero, como casi siempre, pero yo no me enteré de nada, estaba profundamente dormida, mis padres, para que no me despertara se lo llevaron a su cuarto, pero él no hacía otra cosa que gritar Sofía desde la cama de mis padres. En cuanto lo pusieron en el suelo, salió corriendo para subirse a mi cama y gritarme Sofía en el oído. Vaya manera de despertarse. Menos mal que yo tengo siempre un buen despertar.

Papá fue a por churros mientras mamá preparaba el desayuno para todos. Les dije a mis padres que hacía mucho que no iba al cine, miraron la cartelera en el ordenador y les convencí para que me llevaran a ver Campanilla y el Gran Rescate. Mis padres querían que yo viese otra, pero yo la que quería ver era esa.

Una vez sentada en mi butaca, disfrutando de mis palomitas, descubrieron, al darse cuenta de que yo sabía todo lo que iba a pasar, que ya la había visto. Sí, mi padrino me la puso en la casa rural. ¡Vaya sorpresa se llevaron! Pero a mí me encantó verla de nuevo en el cine.

No hay comentarios: