Ayer cumplió mi hermano Miguel 4 meses. ¡Cómo pasa el tiempo! Mis padres dicen que el tiempo no pasa, ni corre si no que vuela. Y es cierto. Vuela como los aviones.
Para celebrar que mi hermanito Miguel lleva con nosotros los cuatro meses y aprovechando que era sábado hemos ido a comer a la calle con la abuela Pepi y el abuelo Miguel. Fuimos en dos coches porque no cabíamos en uno. Fuimos a un sitio de tapeo y Miguel debía saber que era el día que cumplía 4 meses porque estaba muy risueño.
Cuando comíamos allí llegaron Juanfra, Lidia y mi amiguita Elena. ¡Qué suerte! Se sentaron con nosotros y comimos juntos. Todo estaba muy bueno. A mis abuelos les gustó mucho y dijeron que repetirían. Los abuelos se fueron pronto porque el abuelo tenía que ir al musical, que es como yo lo digo.
Los demás nos fuimos a un parque nuevo, que acababan de inaugurar esa misma mañana. Tiene el tobogán más grande que yo haya visto jamás. Estuve un buen rato jugando en él. Después fuimos a tomar café y nos fuimos a casa de la abuela Pepi donde yo me quedé un rato hasta cuando vino papi a recogerme y me fui junto a él a la casa. Me tomé el biberón entero y me dormí tan rápido como el tiempo vuela.
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