sábado, 15 de marzo de 2008

Andando, andando y andando

El sábado pasamos prácticamente todo el día de parque en parque. Salimos de casa muy temprano para encontrarnos con Lidia, Juanfra y mi amiguita Elena. Nuestra primera parada fue en la Plaza de la Constitución, donde nos sentamos un rato, bajo un cielo celeste sin nubes. Estaba tan cansada, porque había bajado la mitad del camino andando desde nuestro piso, que no me bajé de mi carrito ni para correr detrás de las palomas.

Desde allií fuimos a un Restaurante llamado El Candil, junto al hotel Florida, donde comimos muy bien todos, pero sobre todo Papi y Juanfra que se tomaron una pata de cordero cada uno, además de mucha cerveza.

Ahora me doy cuenta de que no me porté del todo bien esta vez. Después de la comida no quise dormirme, más tarde cuando ya no quedaba casi nadie en el restaurante tiré una silla y para remate me di un chichonazo en la cabeza que no veas como me dolió. Lloré por lo menos un minuto o más. Lloré tanto que para consolarme mis padres me llevaron a un parque que había cerca, en el que ya habíamos parado antes de llegar al restaurante, aunque en realidad, la que se tenía que haber montado era Elena que se portó muy bien, pero como es muy chica pues no se montó.

Luego fuimos parando primero a tomar un café unos y un helado otros. El helado de mi mami estaba buenísimo. Continuamos en nuestro paseo intentando bajar la comida encontrándonos un parque tras otro. En todos los que encontramos me divertí. ¡Jo, qué alegría! Terminamos paseando hasta el final del paseo marítimo. No sé cuanto andamos, pero seguro que más que nunca en mi vida.

Ya de vuelta, paramos a tomar, en la cafetería Costa del Sol, unos pasteles con café. ¡Vaya día de comida y paseo! Para terminar, otra vez andando de camino hasta la casa. Llegamos cerca de las 21:00 h, pero yo ya estaba deseando coger mi camita.

No hay comentarios: