El martes pasado mi madre, mi hermano Miguel y yo fuimos a casa de los padrinos de Miguel a conocer a Lucas, nuestro nuevo primo. Papá no pudo venir pero bien que le hubiese gustado.
Lucas es precioso y chiquitín y aunque mamá nos insista diciendo que no es tan chiquitín, para mí y para Miguel sigue siendo muy chiquitín. Lucas por ahora es muy bueno y se porta muy bien. No es que sea muy tragón, pero todo se andará. Es un niño muy tranquilote y casi siempre está con los ojos abiertos mirando de un sitio para otro. No parece que sea nervioso, pero eso según dicen mis padres es algo que tampoco parecía Miguelito de pequeño.
Mi hermano dice que cuando venga a la casa le va a dejar sus coches para jugar, pero a mí me parece que Lucas es demasiado pequeño aún para jugar a esas cosas. ¡Estoy deseando enseñarle las cosas que sé! La primera vez que lo vi, a primera vista, parecía uno de los muñecos que tengo en casa, y ahora, mientras estoy en casa, estoy todo el rato cuidando de mis muñecos. A ver si algún día me dejan cuidar del muñeco de Lucas.
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