miércoles, 26 de mayo de 2010

Boquerones, helados y playa

El sábado estuvimos de compras, pero esta vez en lugar de ropa de baño nos compramos para Miguel y para mí, zapatos. Desde allí, después de comprar en la carnicería y en la pescadería, fuimos a un restaurante a comer pescadito frito. Yo comí con ganas muchos boquerones fritos y calamares, y Miguel también comió boquerones fritos. De postre otro heladito, en esta ocasión de nata, que lo había probado el día anterior de mamá y me gustó.

El domingo por la mañana me desperté la primera, y justo después Miguel, entonces le dije a Miguel que cuando papá se despertara le podríamos pedir que comprara churritos. Miguel se puso loco de contento, gritando ¡Bien, bien, churrito! Una y otra vez. Papá nos oyó y no se lo pensó dos veces y, así fue que todos desayunamos churros. ¡Qué ricos!

Después fuimos a la playa, con los abuelos Pepa y Felipe. ¡Nuestro primer día en la playa de esta temporada! También comimos todos juntos en el restaurante que hay justo en la playa, y os podéis imaginar que me tomé boquerones y, por supuesto, otro helado. Esta vez de leche. Riquísimo también.

Miguel no se portó del todo mal y fue gracioso ver como no salía de la sombra porque donde daba el sol se quemaba los pies. No le hizo ninguna gracia acercarse a la orilla, y cuando la ola le mojó los pies, lloraba y lloraba...

1 comentario:

Tita Cristina dijo...

Qué foto tan bonita!
Sofía se te ve muy contenta, seguro que es porque era tu primer día de playa, ya verás cuando el agua esté más calentita, me da a mí que no te vas a querer salir.