Los primeros regalos

Pasaron ya dos días relevantes de estas fiestas. La Noche Buena y el día de Navidad. Los dos días los hemos pasado en familia. El día de Noche Buena lo pasé genial jugando con Nacho, con Blanca además de con mis titos, claro. Estuve despierta hasta más de las 3 de la madrugada. Volví a casa y ni siquiera me dormí en el coche, llegué a casa con ganas de seguir jugando, pero mis padres no me dejaron. Me dieron el chupete chico y el chupete grande, que es mano de santo. Miguel llevaba dormido desde las 11 de la noche. ¡Y no se despertó con todo el jaleo que teníamos allí!

Papá Noel vino y me trajo algunos regalos, tanto en Noche Buena como en Navidad. Me ha gustado mucho una maleta que tengo donde con un montón de tazas y platos para servir el café. También me ha traído un pijama y algunas cosas más. A mi hermano también le han traído algunas cosas. Una ovejita chiquitita como la mía pero más chiquitita, y algunas cosas de ropa, porque es muy bueno.

Estoy preparada

Después de unos días bastante pachucha, ya me siento algo mejorada, aunque no del todo. Ya casi no tengo fiebre pero sigo algo tonta, sobre todo por las noches. No he recuperado el apetito del todo pero empiezo a comer más.

Miguel sigue liado con sus mocos, parece que va para largo, porque él no toma ningún medicamento, simplemente mami se ocupa de sacarle los mocos, con un aparato que se llama sacamocos y es muy desagradable. Yo no me acuerdo pero me dicen que cuando yo era chica también lo utilizaron conmigo.

Papá ya está bastante mejor, aunque no ha llegado a faltar al trabajo como yo que no he podido ni recoger mis trabajos del primer trimestre ni asistir a la fiesta de fin de año vestida de pastora. Y es que estaba malita con fiebre.

Pero ya todo ha pasado, ya estamos casi en forma y listos para coger la Noche Buena y la Navidad con los brazos abiertos. Espero algún regalo de Papá Noel aunque sé que a mí quien me trae los regalos son los Reyes de Magos Oriente.

Os deseo a todos que os traigan muchos regalos.

La carta de los Reyes Magos

Aquí os cuelgo un vídeo que mi tita Cristina me ha mandado de la carta de los Reyes Magos. Seguro que os gustará:

Los Reyes me dejan un mensaje.

Pendientes de mí

El miércoles por la noche empecé a sentirme muy cansada y antes de las nueve de la noche ya me quería ir a dormir. Mis padres, muy comprensivos, me prepararon muy rápido para acostarme y así poder descansar. Yo me quedé frita rápidamente pero dormida empezó a subirme fiebre, menos mal que mis padres, especialmente mi mamá, están muy pendientes de mí y me dieron la medicación muy rápido.

Por la mañana me desperté un poco tontorrona, no quería tomarme el biberón y seguía con algo de fiebre, por eso no fui a la guardería, como tampoco el viernes, que era más importante porque entregaban todos los trabajos hechos este primer trimestre. Espero, al menos, poder ir el lunes a la gran fiesta de fin de año.

Ayer viernes comimos en casa de los abuelos Pepi y Miguel. Papi ayudó al abuela a instalar la nueva televisión plana que tiene en casa. ¡Jo, cómo voy a ver a partir de ahora los dibujos allí!

Hoy sábado, estoy bastante recuperada, ya sólo tengo décimas y se puede ver que estoy mejor porque he recuperado el apetito. Además hoy vamos a casa de mi tita Ana, Paco y Natalia a almorzar, en lo que es ya la primera comilona navideña. Pienso hincharme a comer.

Mientras a mí me pasan todas estas cosas Miguel sigue igual: creciendo, comiendo, durmiendo y riéndose.

La gran distracción

Los días siguen pasando y yo sigo sin aprender a hacer caca en el váter. La cosa se está poniendo de mal en peor. Mis padres siguen advirtiéndome de que si las cosas no cambian de aquí a Reyes, lo más seguro es que me traigan carbón; y del bueno, repite papá una y otra vez. Les he dicho una y mil veces que mañana voy a hacer caca en el váter, pero creo que ya no pican y no me creen. Así que la cosa se está poniendo tan negra que sólo tengo dos posibilidades. O empiezo a hacer lo que me dicen desde ya, o tendré que resignarme a la idea del carbón del bueno.

Por otro lado, cuando el tema de la caca y el váter no se tocan, en casa me lo paso muy bien. Mis puzles, mis muñecos y la cocinita son mis divertimentos favoritos.

La otra gran distracción que tenemos en casa se llama Miguel. Es mi hermanito y por eso cuido de él. Estoy pendiente por si llora, le traigo una gasa, o toallitas, o cualquier cosa que mi madre me pide para ayudarla. Aunque tiene que coincidir que no estoy ocupada porque a veces me pide que le traiga una gasa porque Miguel ha vomitado mientras estoy buscando mi cera de color rojo, y claro, lo primero es lo primero. Pero bueno, que estamos muy ocupados.

Las cosas en su sitio

El pasado martes fue uno de los días que mis padres llevaban más tiempo esperando. Hice caca en el váter, y yo solita. Estaba jugando en el salón con mi cosas y los dejé todos, me fui al váter, me preparé, me senté e hice caca. Cuando terminé llamé a mi mamá para que me limpiara.

No me preguntéis por qué lo hice porque no sé la respuesta. Mi madre se puso muy contenta, me dio una golosina e incluso una moneda de chocolate y me prometió que cuando papá volviese del trabajo me entregarían un regalo, y así fue. El regalo fue una fabulosa caja de colores y además me devolvieron el chupete grande para dormir y una muñeca. Yo estaba contentísima como es normal.

Mis padres estaban realmente encantados y muy amables conmigo. Una verdadera experiencia a repetir, pero... como sabéis, los niños hacemos cosas sin sentido, absurdas, sin lógica y al día siguiente me volví a hacer caca encima. Ya sé que está mal, por eso voy a intentar volver a hacer caca en su sitio y mi primer paso ha sido prometerlo, y después ya veremos.

La Navidad en casa

Ayer mis padres y yo inundamos la casa de Navidad. Lo primero que hicimos fue ir al trastero en busca del árbol de Navidad, y luego nos trajimos a casa otra caja muy grande donde estaban todas las bolas y adornos del árbol guardados, además de muchos otros detalles navideños para toda la casa.

La Navidad es uno de los períodos del año que más me gustan, aunque también me gusta mucho el verano y la feria. La cosa es que pasamos toda la mañana colocando adornos por la casa. Fue muy divertido. Yo ayudé a colocar muchas bolas en el árbol, siempre con el gorro rojo y blanco de Papá Noel puesto en la cabeza.

También hemos colocado en la puerta de la casa un adorno, que cuando vuelvo de la guardería me recuerda que ya es Navidad en casa.

Pero sin duda, lo que más me gusta es el árbol, sobretodo de noche, cuando está iluminado y las luces se encienden y se apagan y me gusta tanto que me paso un buen rato mirando. También me gusta mucho el Belén. El que yo tengo en casa es muy bonito, lo hizo mi abuela Pepi y me parece precioso. Hay de todo, hasta un bebé como el hermanito que se llama Jesús.

Otra cosa que me gusta de la Navidad son los dulces y pasteles típicos de Navidad, pero eso lo contaré otro día porque aún no los hemos abierto todos y no sé cuál es el que más me gusta.

De princesita

Hoy mi hermanito cumple 2 meses y aunque el tiempo pasa muy rápido sigue siendo muy chiquitillo. Todavía no hace casi nada nuevo aunque últimamente se ríe mucho. Mis padres dicen que Miguel va creciendo por buen ritmo y que dentro de nada estará jugando conmigo. Yo aún lo veo lejano, la verdad, pero habrá que tener paciencia.

Yo, en cambio, sí que hago cada vez más cosas. Aunque sigo sin hacer caca en el váter, pero es más bien por fastidiar, porque yo sé perfectamente cómo y cuándo hacerlo, pero simplemente no me gusta. No me gusta y no me gusta.

Ayer estuvimos de boda, yo me vestí de princesita, como casi siempre, mi hermano de príncipe, mi mami de reina y papi de rey. Se casaron Nieves y Mariano y desde aquí aprovecho para darles la enhorabuena y un gran beso. ¡¡Muuuuuuac!!

Aquí coloco una foto donde se puede ver lo guapa que estoy de princesa y también lo guapos que estaban la novia y el novio. Además, aparecen en la foto Nacho, Tania y Blanca. ¡Qué buen grupo!