Un sábado en la finca

Estábamos en Semana Santa y entre unos cuantos padres de los alumnos de mi clase decidieron alquilar una finca para pasar un sábado completo. La finca tenía una piscina, una zona muy grande para correr y jugar y una barbacoa. No sabría decir cuantos niños fuimos pero muchos entre niños y niñas y lo pasamos fantástico.

Algunos jugaron al fútbol, otros montaron en bicicleta, muchos jugaron al uno, equis, dos, yo jugué al pañuelo y también me bañé en la piscina, pero ninguno duramos mucho dentro de ella porque hacía mucho viento y el agua estaba congelada, o casi, pero nos bañamos que ya tiene mérito.

Además de jugar nos hinchamos a comer. Tanto mi hermano como yo comimos de lo lindo. A mí me encantan los postres y a mi hermano casi todo lo demás, especialmente la carne. ¡Se hinchó de pinchitos! Pero si en algo estamos de acuerdo es en los helados. ¡A los dos nos encantan!

Estuvimos en la finca desde un buen rato antes de comer hasta bien entrada la noche. Mi hermano no paró de correr en todo el día y yo no paré de pasarlo bien. Ya estoy deseando volver a pasar un día así. Aquí os pongo una foto donde se ve lo bien que lo estábamos pasando.