Llegó el final del segundo trimestre y con él llegaron las notas. ¡Qué nervios! Yo sabía que tendría que tener buenas notas porque durante todo el curso he ido sacando o un 9 ó un 9.5 ó un 10. Así que yo quería subir a mi clase para acompañar a mis padres a la hora de recoger las notas y hablar con el profe, y subí, pero rápidamente me aburrí y me dejaron volver al patio con mis amigas.
Mis notas han sido sensacionales, todo sobresaliente excepto gimnasia, que tengo notable, lo que ocurre es que nadie en toda mi clase ha sacado sobresaliente en gimnasia. ¡No importa porque estoy mejorando, y eso es verdaderamente lo importante! Mis padres estaban muy contentos y dijeron que ahora lo importante es seguir así hasta el tercer trimestre.
Las notas de mi hermano también son buenas, también tiene casi todo conseguido, porque sus notas son o conseguido o en proceso. Y él tiene casi todo conseguido, salvo dos o tres cosas de no dialogar para resolver los problemas y cosas así. Ya sabemos que Miguel tiene su propia forma de resolver las discusiones. Pero el profe dice que está más tranquilo y que está mejorando.
Os pongo una foto en la que salgo yo con un diente menos, pues se me ha caído una paleta. ¡El tercer diente que se me cae! ¡Qué ganas tenía de que se me cayese ya de una vez! Mi hermano está envidioso y dice que se le mueve algún que otro diente, pero claro, nadie le cree, es sólo que quiere que le llegue el Ratoncito Pérez a él en lugar de a mí. ¡Será listillo!
1 comentario:
¡¡¡Preciosa!!!
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