sábado, 15 de abril de 2017

Málaga 2 - Barcelona 0

Cuenta mi padre que mi hermanito Miguel iba en el coche, hablando con él, como intentando mentalizarse, intentando explicar que era normal perder un partido con el Barcelona, que aunque nosotros somos del Málaga y que en el fútbol todo es posible, pues que lo normal era que el Barcelona ganara. Que igual que nosotros queremos que el Málaga ganara el partido en casa, el Barcelona intentaría ganar y que sus aficionados así lo querrían.

Mi hermano se hizo socio a mitad de la temporada pasada, y este año renovó. Ya vio el partido del año pasado contra el Barcelona, 1-2  fue el resultado, muy ajustado, con alguna que otra polémica. Pero este año el Barcelona estaba luchando por la liga, y el Málaga por no descender. Todo parecía más complicado. Además tenía el Málaga algunas bajas en el once titular. Yo no entiendo de eso pero él sí.

Iba al campo con la camiseta del Málaga, ilusionado pero esperando incluso una goleada en contra. El partido empezó y el Málaga empezó bien. Primero paró una buena Kameni, y a la media hora o así, en un pase largo, donde no había fuera de juego, Sandro anotó el primero. Vaya sorpresa se llevaría mi hermano. Ganando al descanso.

La segunda parte se esperaba de nervios, pero Neymar vio la roja por hacer el tonto, y estaba más cerca el 2-0 que el empate, estaba el Málaga perdonando, y todos podíamos imaginar que los errores se pagan al final. Mi madre y yo lo estábamos viendo en casa. Pero no. Poco antes del final el Málaga marcó el 2-0 y Miguelito y todos los malaguistas se frotaban los ojos para comprobar que era verdad que el Málaga le ganaba al Barcelona. Final-

Mi padre le decía a Miguelito, ves: ya has visto al Málaga ganarle al Barcelona. Hay que tener fe. ¡Qué feliz llegaron a casa!


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