martes, 5 de agosto de 2014

En Chiclana de nuevo

En el último fin de semana de junio, otro año más, nos escapamos a Chiclana para pasarlo junto con nuestros abuelos y titos por parte de nuestra madre. Este año los abuelos se tuvieron que ir nada más nosotros llegar porque nuestra primita Laura se había puesto de repente mala y la tuvieron que intervenir en el hospital. Una pena. Pero afortunadamente ya el susto ha pasado y Laura está completamente bien y sonriente como siempre, pero vaya mal rato que pasamos.

Como Laura estaba malita tampoco vino Daniel, ni sus padres, y toda la familia los echamos de menos, especialmente mi hermano Miguel, que aunque es un alocado y muy independiente, siempre se acuerda de su primo Daniel.

Este año vino Lucas, en la que era su segunda ocasión, y también Martina, que sí que era su primera vez. Es aún muy chiquitita y no sabe bien donde está, pero estoy seguro de que se lo pasó genial.

Lo mejor de nuestra estancia en el Hotel Valentín, como siempre, es el rato que me tiro nadando y disfrutando en la inmensa piscina, pero también están las comidas, especialmente el desayuno, donde yo y mi hermano nos ponemos hasta nerviosos de tantas cosas que hay para comer. Bueno nosotros y todos un poco también, yo creo.

Este año además vimos una obra de teatro que nos gustó mucho, y como otros años fuimos a la playa y paseamos mojándonos los pies con el agua de un océano. Como siempre, Chiclana, es uno de mis momentos favoritos del verano.

En la foto mi hermano no sale muy contento, pero es que él casi nunca quiere salir en las fotos. ¡Valiente bicho!

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