domingo, 24 de agosto de 2014

El abuelo Miguel y Rosa se casaron

En este pasado mes de julio tuvimos la celebración de la boda de nuestro abuelo Miguel. El abuelito se quedó muy triste y solo después de que nuestra abuelita Pepi, a la que tanto queremos y de la que tanto nos acordamos, se fuese al cielo. Seguro que desde allí estará viéndonos.

El abuelo estaba muy solo y conoció a Rosa, y a los dos les gusta estar juntos y hacer cosas juntos, y ahora pueden pasar sus días más entretenidos y haciéndose compañía. De manera que decidieron casarse. Así que celebraron una boda y a ella fuimos para acompañarlos. Rosa tiene 8 hijos, 7 hijas y sólo un hijo, el último. Todos no pudieron venir porque viven lejos, en Madrid, Cuenca, Segovia...ya que Rosa es de Madrid, pero los que fuimos lo pasamos muy bien, aunque la verdad es que fue extraño ver que mi abuelo se casaba, pero como yo quiero lo mejor para mi abuelo, pues lo mejor que podemos hacer es apoyarle para que sea feliz.

Desde aquí les deseamos que pasen muchos días felices. ¡Felicidades pareja!


martes, 19 de agosto de 2014

El día del Carmen

Era el 16 de julio y estábamos de vuelta en Fuengirola reposando después de tanto sol diario, y de tanta piscina de hotel y de casa rural y por fin disfrutábamos de nuestra casa, y de nuestros juguetes y programas favoritos del Canal Disney, y, especialmente, de la comodidad de nuestras camas, porque como la cama de uno, no hay ninguna.

Pero como somos un poco culo inquieto, especialmente mamá, en cuanto llegó el día del Carmen, y como estábamos en Fuengirola, mamá dijo aquello que siempre dice de que hace mucho tiempo que no hace esto o que no hace lo otro, y al final, después de bastante insistir, todos juntos hacemos lo que ella quiere, aunque seguro que cuando ella lea esto que escribimos dice que no, que es mentira.

Bajamos al paseo Marítimo para ver como la Virgen del Carmen entraba en el mar llevada por los marineros, porque a mamá le hacía mucha ilusión, y ya que estábamos en el centro, pues cenamos en la calle, y después de cenar,  dando un paseo no demasiado largo, nos acercamos al recinto ferial, donde estaba la feria, y donde nos montamos en algún que otro cacharro. Después de montarnos el problema era volver a casa, ese camino sí que era largo y duro.

Pd: Ese día brindamos por mi madrina MariCarmen, porque era su santo y porque seguro que estaba pasando un día genial!

miércoles, 13 de agosto de 2014

Un fin de semana rural en Teba

Una semana después de regresar de Chiclana nos fuimos, junto con un buen puñado de amigos, a una casa rural. La casa rural de este año estaba en un pueblo llamado Teba, que yo ni siquiera visité, aunque el primer día fuimos a comer a una venta, donde, por cierto, comimos estupendamente.

La casa rural de este año era una de las casas rurales más grande en la que jamás he estado, había tantas habitaciones que creo que ni siquiera las visité todas, pero de todo, lo más importante, era la piscina y para mí estaba más que suficiente, aunque las madres se quejaban bastante de que en la zona ajardinada no había suficientes hamacas.

Yo lo pasé en grande con todos los niños que vinieron, pero especialmente me lo paso bien con Blanca, bueno y me divierto mucho con Lucas, y también con Dani y con Jaime, y con Celia claro y con Marianito que se pasó buena parte del fin de semana detrás de Miguel, pero también me encanta contemplar a mis primas Laura y Martina, a pesar de que Laura no vino todo el fin de semana sino que sólo vino una tarde, pero me alegró verla tan contenta después de la operación.

Mi hermano también echó mucho de menos a Daniel en Chiclana y por eso encontrarse con él aquí, aunque sólo fue un día, le hizo mucha ilusión.

Mi madre se hinchó de tomar el sol y mi padre de comer, como casi siempre, aunque también leyó a ratos y jugó al póker y a las películas. ¡Es decir, un fin de semana estupendo!

martes, 5 de agosto de 2014

En Chiclana de nuevo

En el último fin de semana de junio, otro año más, nos escapamos a Chiclana para pasarlo junto con nuestros abuelos y titos por parte de nuestra madre. Este año los abuelos se tuvieron que ir nada más nosotros llegar porque nuestra primita Laura se había puesto de repente mala y la tuvieron que intervenir en el hospital. Una pena. Pero afortunadamente ya el susto ha pasado y Laura está completamente bien y sonriente como siempre, pero vaya mal rato que pasamos.

Como Laura estaba malita tampoco vino Daniel, ni sus padres, y toda la familia los echamos de menos, especialmente mi hermano Miguel, que aunque es un alocado y muy independiente, siempre se acuerda de su primo Daniel.

Este año vino Lucas, en la que era su segunda ocasión, y también Martina, que sí que era su primera vez. Es aún muy chiquitita y no sabe bien donde está, pero estoy seguro de que se lo pasó genial.

Lo mejor de nuestra estancia en el Hotel Valentín, como siempre, es el rato que me tiro nadando y disfrutando en la inmensa piscina, pero también están las comidas, especialmente el desayuno, donde yo y mi hermano nos ponemos hasta nerviosos de tantas cosas que hay para comer. Bueno nosotros y todos un poco también, yo creo.

Este año además vimos una obra de teatro que nos gustó mucho, y como otros años fuimos a la playa y paseamos mojándonos los pies con el agua de un océano. Como siempre, Chiclana, es uno de mis momentos favoritos del verano.

En la foto mi hermano no sale muy contento, pero es que él casi nunca quiere salir en las fotos. ¡Valiente bicho!