Durante el verano nos despertamos bastante más tarde que durante el resto del año, porque en verano tenemos muchas menos cosas que hacer, o por lo menos, menos cosas que hacer que estén controladas por el reloj. Pero un día de la semana pasada teníamos que levantarnos antes porque teníamos una cita en el médico, para una revisión rutinaria.
Así que fuimos al médico, y después, al salir, de camino a casa, mis padres nos llevaron por sorpresa a un parque lleno de dinosaurios, Dinosaurios Park. Jo, qué alegría que se llevó mi hermano. En realidad mis padres no tenían previsto visitar el parque pero pasamos por la puerta y pararon para darnos una alegría.
El parque no era muy grande aunque tampoco muy pequeño, y a mi hermano y a mí al principio nos dio un poco de miedo. Poco a poco fuimos comprendiendo que los dinosaurios no hacían nada, pero luego cuando vimos que algunos se movían, volvimos a tener algo de miedo. A mi hermano le encantó ver al Tiranosaurio Rex. Se acercaba a él pero con la mosca detrás de la oreja. ¡Qué gracioso estaba! Cuando rugían daban un susto a todo el que estuviese alrededor.
1 comentario:
jajajaja... que visita tan chula habéis tenido, me alegro. seguro que además de pasar un buen rato, habéis aprendido algo más de los dinosaurios...
Ya me lo contaréis.
Besos
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