lunes, 22 de abril de 2013

Más que nadie

Hoy nos recogió mi padre del cole. Mamá estaba trabajando y no pudo venir. Luego mamá se quedó con nosotros y papá se fue a hacer cosas que tenía que hacer. De manera que mamá nos bañó y cuando vio a Miguel desnudo se llevó un buen susto: tenía varios arañazos por la espalda y por el cuello. Mamá pensaba que Miguel había estado peleando con cinco gatos.

Entonces mamá le preguntó a Miguel que cómo se había hecho las heridas y Miguel dijo que no se acordaba. ¡No se acordaba! Poco a poco, con mucho esfuerzo, fue recordando que estaba jugando al fútbol y que se repartieron algunas patadas, algunos empujones y que se peleó, solamente,  con uno o con dos  o con tres amiguitos jugando al fútbol. Sólo un poquito. Pero no pasa nada, dice. Luego le dijo a mi padre, orgulloso, que había marcado más goles que nadie.

Él es así.

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