Como cada año cuando se acerca el verano mis padres nos llevan junto con mis abuelos, titos y primos por parte de mi madre a pasar un fantástico fin de semana a Chiclana. En realidad lo que se dice estar en Chiclana estamos poco, porque lo que hacemos es pasar todo el tiempo encerrados en el hotel. Sólo salimos para ir a la playa, y la playa está tan cerca del hotel que si tropiezas casi que caes en la orilla.
Este año hemos ido los mismos de siempre más Lucas, nuestro primo más pequeño. Lucas ha sido la gran atracción de todos los que fuimos de vacaciones, como otros años anteriores lo fueron Celia, o Dani o Miguel y por supuesto yo, que fui la primera.
La cosa es que estuvimos en el hotel de Chiclana e hicimos lo mismo que hacemos todos los años, es decir, hincharnos a desayunar, hincharnos a bañarnos en la piscina, hincharnos a helados, etc. ¡Vamos, que no perdimos el tiempo! Estoy segura que todos lo pasamos genial y que si por nosotros hubiese sido nos hubiésemos quedado unos días más.
Miguel y Daniel son los que mejor se lo pasan, no pueden estar un rato sin que uno esté loco por estar con el otro. ¡Qué bien que se lo pasan juntos!
En esta foto aparecemos mi hermano y yo abrazando a papá. ¡Qué bien que nos trajo a Chiclana! Aunque en esta ocasión se lió un poco con la salida de la carretera. ¡No importa! ¡Le perdonamos todo!
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