El viernes pasado, justo el día antes de mi cumpleaños, se entregaban en el colegio los premios culturales del curso. Yo andaba muy ilusionada porque esperaba que me entregaran un par de ellos, y así fue. Mi padre pudo pedirse libre la mañana en el trabajo para estar asistir, así como también vinieron mi abuelo Miguel y Rosa y mi abuela Pepa y mi abuelo Felipe. Mamá tuvo que llegar tarde porque no tenía fácil venir a verme. No importa porque yo sabía que aunque ella no estaba allí, en realidad sí estaba, como mi abuela Pepi.
Gané el primer premio de poesía, y recibí una gran copa por ello. Además salí a recitar mi poema delante de todo el mundo. Muchos nervios y a la vez mucha ilusión. También gané otra copa, algo de menor tamaño, por ser finalista en la categoría de cómic. Y, por si fuese poco, también recibí un diploma en la categoría de cuento. Como final de fiesta bailamos todos los niños juntos un baile en el patio del colegio. Fue muy divertido y nos lo pasamos bomba. Habíamos ensayado los días anteriores y nos salió muy bien, la verdad. Mi hermano Miguel, que estuvo en la grada todo el rato presente, también bailó. Este año no pudo recibir ningún premio, pero el año pasado sí que se llevó.
Al terminar la fiesta en lugar de volver al colegio o regresar al comedor, nos fuimos con todos juntos a almorzar a la calle.
Por la tarde, mamá regresó al trabajo, y papá, Miguelito y yo fuimos juntos al cine y vimos El libro de la Selva. ¡Nos encantó! Después pasamos un buen rato en el parque que hay cerca de casa de nuestros abuelos con nuestros primos Lucas, Martina y con tita Cristina .
Mamá vino a recogernos en cuanto salió del trabajo. ¡Vaya día más completo! ¿a que sí?
Mamá vino a recogernos en cuanto salió del trabajo. ¡Vaya día más completo! ¿a que sí?