El lunes a mi hermano Miguel se le cayó su primer diente. Al principio todos en casa pensábamos que se le caería el diente que se golpeó hace ya tiempo, porque se le movía un poco, pero el dentista lo fijó con el que tiene al lado, y por lo visto, lo hizo muy bien. Así que todos nos llevamos una sorpresa muy grande.
Miguel y yo estábamos tranquilamente viendo la televisión, tumbados en sofá, como es habitual. Según él notó algo en el labio y se levantó sin decir nada y fue al cuarto de baño a mirarse en el espejo y vio que era el diente lo que tenía, aunque mi padre cree que Miguel estaba tocándose el diente mientras veía la tele y, casualmente, se le cayó. Además también le salió un poquitito de sangre, pero muy poca.
Se puso muy contento, porque cada día sigue creciendo y va descubriendo cosas nuevas de la vida y porque, además, estaba muy pendiente de que esa misma noche, si dejaba el diente junto a su cama, en un lugar visible, el Ratoncito Pérez le traería un regalo, o eso pensaba él.
Al día siguiente al despertar por la mañana, encontró un billete de 5 euros en la estantería que hay encima de su cama, justo en el lugar en el que había dejado el diente. También, se enteró luego, que el padrino de mi madre, con el que coincidimos en una cafetería en el desayuno, le regaló 10 euros, por ser su primer diente, y además, en casa de la abuela Pepa y Felipe, allí el Ratoncito Pérez también le dejó 5 euros. Y todavía está pendiente saber si en casa del abuelo Miguel le han traído algo.