Hoy mi hermanito Miguel está un poco triste. Está malito. Ya anoche cuando mi padre volvió a la casa después de trabajar, comenzó a tener fiebre. Estaba tristón, pero no mucho. Se sentó junto a papá, en el sofá, para ver el fútbol y allí, echando la cabecita en su costado, se quedó dormido. Después, en la cuna, se tomó el biberón y le dimos la medicina para que se curase.
Al terminar de almorzar mi madre lo ha llevado al pediatra que ha visto que tiene muchas y grandes llagas en la garganta, y por eso no tiene mucho apetito, aunque, sin embargo, sí que ha comido bastantes guisantes. ¡Le encantan! Esperemos que tomando el Dalcy y el Apiretal, se vaya mejorando poco a poco. ¡Ay!
1 comentario:
Desde aquí todo mi cariño para que Miguelito se recupere muy rápido y así pueda jugar contigo, Sofía...
Besos
PD: Qué gracia lo de los guisantes!!!
Publicar un comentario