En la Feria, aunque no lo creáis, mi hermanito resulta ser un poco asustón. En principio le gusta la Feria , especialmente cuando se monta en los cacharros y todo eso, sin embargo, cuando está de pie, cogido de la mano de algunos de mis padres y escucha un petardo, un grito, una sirena o cualquier cosa que sobresalga de volumen, aunque sea un hombre vendiendo una muñeco Bob Esponja, entonces, cuando ésto ocurre, rápidamente pide que le cojamos en brazos, y cuando está en el carro no quiere bajarse, se hunde agachando la cabeza, incluso a veces se tapa la cara. ¡Valiente miedica!
Fuimos dos días seguidos a la Feria, al tercero descansamos porque llovió y aprovechamos para comer, aunque yo nos los prové, unos callos que hizo mi abuela Pepi, y el cuarto día, es decir ayer, me encontré un poco pachucha desde por la mañana y vomité hasta cinco veces, por lo que nos quedamos en casa, pero hoy ya me encuentro mejorada y veremos qué pasa.
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