Entonces llegaron los encargados del recreo, luego los maestros, luego llegó mamá y después el médico que le hizo la radiografía de la frente para ver si la tenía afectada por dentro o solo era un gigante hinchazón.
Dentro de lo que cabe, al final hubo suerte y todo se quedó en un buen susto, un susto de los grandes. Ahora está con esta cara que se le ha quedado, una cara deforme por un lado. Si es que yo creo que no tiene arreglo.
1 comentario:
pero bueno, nadie le ha dicho que no puede atravesar las paredes!!!
El pobre... no sé yo cuando va a cambiar y ser más tranquilito, pero por el bien de los muros, que sea pronto!! vaya tela como se le ha quedado la frente, supongo que os llevasteis un buen susto...
Besos
Publicar un comentario