Al llegar a casa mi padres me regalaron un libro, como todos los años, pues para eso cumplo el día del libro y también una muñeca de Monster High. ¡Lo que yo quería! Vaya sorpresa que me dieron mis padres. Primero me entregaron el libro y luego nada más. Eso era todo me dijeron, y cuando yo ya me había hecho la idea de que no recibiría nada más, entonces, desde detrás de mi padre, escondido a su espalda sacaron la Monster High. ¡Qué alegría!
Por la noche fuimos los cuatro junto con el abuelo Miguel a cenar al Burger King, que es uno de mis sitios preferidos. y también el de Miguel. Así que celebré mi cumpleaños a lo grande. Dos veces el mismo día y aún quedaba lo mejor, ¡la fiesta en un parque de bolas!
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