A mi hermano y a mí nos gustó mucho El Tintero, pues nada más sentarnos te traen la bebida, y justo en ese momento puede estar pasando uno de los camareros con un plato de calamares fritos por el lado y si levantas la mano y le dices que lo deje en la mesa, pues lo deja. Así de fácil. Es un restaurante donde la comida te la enseñan y te la pasan por delante, si quieres pedirte el plato, lo dices y ya está. Simple.
Pedimos sardinas, boquerones, adobo, calamares, mejillones y también paella, con lo que así todos estuvimos contentos. De postre, como hacía un día muy soleado, tomamos helado. ¡Riquísimo! Después, mi hermano Miguel y yo, fuimos a un parque que hay junto al paseo marítimo, cerca del restaurante, donde hicimos un poco de ejercicio para bajar la comida. Y a la vuelta de camino a casa, en el coche, echamos una siestecita perfecta.
En la foto podéis ver que mi hermano Miguel no perdía el tiempo ni cuando se hacía una foto. ¡Qué listillo es el tío!
No hay comentarios:
Publicar un comentario