Mi tita Rosi me dijo, el domingo pasado, cuando salíamos de la playa en dirección al coche, e iba yo arrastrando mis pesados pies, medio doblada del cansancio, que mis padres me iban a tener que apuntar a algún deporte. ¿Sabéis que le contesté? Que ni se les pasara por la cabeza, porque yo lo que prefiero, y es, además, lo único que estoy dispuesta a hacer, pintar, colorear y cosas de esas que son sentaditas. Y digo yo que en una casa con que haga deporte uno ya es suficiente ¿no? Pues que lo haga Miguelito, que siempre está dispuesto.
En este blog solía contarles muchas de las cosas que hacíamos mi hermano y yo. Él se llama Miguel y yo Sofía. Ahora hago más o menos lo mismo; pero como ya somos adolescentes, es... algo distinto.
martes, 31 de agosto de 2010
Mi secreto
Mi tita Rosi me dijo, el domingo pasado, cuando salíamos de la playa en dirección al coche, e iba yo arrastrando mis pesados pies, medio doblada del cansancio, que mis padres me iban a tener que apuntar a algún deporte. ¿Sabéis que le contesté? Que ni se les pasara por la cabeza, porque yo lo que prefiero, y es, además, lo único que estoy dispuesta a hacer, pintar, colorear y cosas de esas que son sentaditas. Y digo yo que en una casa con que haga deporte uno ya es suficiente ¿no? Pues que lo haga Miguelito, que siempre está dispuesto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario