
Lo que no le gusta a Miguel prácticamente nada es meterse en el agua de la playa. Tan sólo le gusta el de su piscinita, que no tiene ni olas ni está el agua fría, bueno al principio sí está fría pero se calienta rápidamente.
El viernes fuimos a la playa con los abuelos Pepa y Felipe y todos mis titos, con lo que me lo pasé muy pero que muy bien y el domingo también fuimos pero con mis abuelos Pepi y Miguel. La sorpresa fue que vino con ellos mi primita Natalia y también fue verdaderamente divertido. Os aseguro que estoy aprovechando el tiempo.
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