
Yo ya sé nadar un poco. Mis padres dicen que nado como un perrito, y mi hermano no sabe nadar lo más mínimo y le da un miedo terrible acercarse al agua sin flotador.
Así que fuimos con mi padre a Decathlón y allí nos compramos todas las cosas que necesitábamos para la natación, es decir, un bañador, un gorro y unas gafas para Miguel, y unas gafas y un gorro para mí, porque el bañador del año pasado me queda bien, pero las gafas las he perdido y el gorro me quedaba pequeño.
Lo pasamos superbien en la piscina. Yo nadé todo el rato sin flotador y Miguel lo hizo todo el rato con un flotador que se amarra a la cintura. ¡Qué feliz estaba! Os ponemos una foto del momento justo antes de entrar a la natación.
1 comentario:
que importante y divertido es aprender a nadar... seguro que lo pasais genial aprendiendo, y más tranquilidad para todos cuando estéis en la piscina o la playa... al agua patos!!!
Publicar un comentario