Pero si yo lo pasé bien, no es quiero ni contar cómo se lo pasó mi hermano Miguel. ¡Jo, cómo se lo pasa Miguel en los cumpleaños! ¡Se lo pasa bomba! Desde que llega hasta que se va, no para ni un segundo. Le encanta sentarse a la mesa con los mayores, jugar en el parque de bolas rodeado de los mayores y todas las cosas así. No se corta ni un pelo.
Cuando volvimos a casa y se lo contamos a papá, estábamos cansadísimos y deseando tumbarnos en nuestras camas. Ummm...
Os pongo una foto del Príncipe de Roscón.
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