Este fin de semana pasado ha sido un fin de semana distinto, desde el principio hasta el final. El viernes, tanto mi hermano -ya mejorado- y yo fuimos a la guardería y al colegio respectivamente, luego por la tarde me recogió mi padre y pasamos la tarde en casa, jugado, pintando y haciendo un poco de todo sin hacer realmente nada.
Mientras que el domingo fuimos a almorzar a la venta de La Torre, junto con los abuelos Pepi y Miguel. ¡Cómo nos ponemos allí! Y por si fuese poco, desde allí, pasamos un momento por casa de los abuelos, y a la abuela Pepi se le ocurrió invitarnos a tomar chocolate con churros en la cafetería Costa de Sol, dijo que estaba de antojo. ¿Y qué creéis que hicimos? Pues nos levantamos y caminito a la cafetería. ¡Qué buenos que estaban los churros con chocolate!
Os pongo una foto mía, con una sonrisa muy natural, del día que fuimos toda la familia juntos a teatro.
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