
Después de comer, con los postres sí me apunté y me tomé un helado como los que me gustan a mí, de leche, y es que padrino sabe mucho de mí porque me lee en este blog. Hola padrino gracias por el hipo-po-po-tamo de chocolate.
Seguidamente nos fuimos a la piscina que tienen en su edificio, me lo pasé pipa. Papi me metió la cabeza debajo del agua. Siempre lo hace. Pude demostrarle a todos lo bien que doy vueltas con mi flotador, y aunque no lo hago tan bien como mi primita Natalia me defiendo.
Tito Paco no pudo bañarse porque aún no puede la herida en agua. Esperemos que se recupere pronto.
En la foto puede verse lo muy apretado que es el cariño que nos tenemos mi prima Natalia y yo.
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