

Hincamos la sombrilla muy cerca de un parque que hay en la misma playa. Ocho veces me tiré por el tobogán. ¡Qué divertido! Dejé de jugar cuando la arena empezó a quemar. Papi hizo un hoyo muy grande donde me metió y me tapó de arena. A mami no le hizo mucha gracia, pero yo me reía. Jugué con mis cubos de Hello Kitty y aunque el agua estaba muy fría, papi antes de irnos me metió para que se me cayese toda la arena.
Fuimos a un chiringuito, donde mamá me endiñó mi potito y comimos pescado frito con limón. Unos peces chiquititos, chiquititos que se llaman chanquetes y boquerones además de ensalada de pimientos. De vuelta a casa me quedé dormida en el coche. Pasé una mañana muy feliz.
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