El domingo pasado, no éste de ayer, sino el domingo anterior, fuimos a celebrar el cumpleaños de mi abuela Pepi. Fuimos a una Venta, la Venta del Túnel, que está en los montes de Málaga. Ya habíamos estado allí un par de veces antes pero no me acordaba del sitio hasta que estuve allí.
Una vez dentro de la Venta todo fue diversión. Natalia y yo nos sentamos juntas y Miguel justo delante, junto a mi madre. ¡Nos hinchamos de calamares y croquetas! ¡Y de arroz, que estaba riquísimo! Después volvimos a casa, sin mucho tiempo para despedirnos porque justo al salir volvió a ponerse a llover y otra vez corre que te corre.
Al llegar a casa nos tocó descansar "tranquilitamente" viendo los dibujos, peinando a mis muñecas y cosas así. Y al acostarme le dije a mis padres que me lo había pasado superfantásticamente en el cumpleaños de la abuela, y que ya estoy deseando que llegue el próximo cumpleaños suyo.